Por Diane S. Nichols, Amigos Febrero 2001
“Porque recibiréis su palabra con toda fe y paciencia como si viniera de mi propia boca” D. y C. 21:5
Haz de cuenta que tu madre te pide que les digas a tus hermanos y hermanas que vengan a cenar. Hablas por tu madre, dándole su mensaje a tu familia. ¿Te escucharán?
Nuestro Padre Celestial ha escogido a ciertos hombres para que hablen por Él. A estos hombres se les llama profetas. Ellos nos enseñan lo que Él desea que sepamos. ¿Escucharemos?
Las Escrituras nos hablan de los profetas a quienes nuestro Padre Celestial ha llamado para que hablen en Su nombre. Noé advirtió a las personas que se arrepintieran o una terrible inundación asolaría la tierra. La familia de Noé escuchó y fueron salvados de la inundación (véase Génesis 6–8; 2 Pedro 2:5).
A Lehi se le mostró que Jesucristo sería el Salvador del mundo. Nefi, el hijo de Lehi, oró para saber si las palabras de su padre eran verdaderas. El Señor lo visitó y Nefi creyó todas las palabras de su padre. Más adelante, Nefi, al igual que su padre, habló en nombre del Señor (véase 1 Nefi 1:18–19; 2:16–18).
José Smith fue al bosque a orar. Nuestro Padre Celestial y Jesucristo se le aparecieron y le dieron instrucciones que hicieron posible la restauración delEvangelio (véase José Smith—Historia 1:11–20).
Hoy día tenemos un profeta viviente, Thomas S. Monson. Él es el Presidente de la Iglesia. Fue escogido por Dios y llamado mediante la debida autoridad del sacerdocio. El presidente Monson testifica que Jesucristo es el Hijo de Dios. Todos los profetas testifican de Jesucristo y nos enseñan lo que Él desea que hagamos (véase Jacob 7:11; D. y C. 21:1, 4–5).
Cuando oramos a nuestro Padre Celestial, podemos saber que las palabras del profeta son verdaderas. Cuando oigamos al profeta, sabremos que nos habla ennombre del Salvador y, sí, le escucharemos.
1. Pega la imagen sobre cartulina gruesa. Recorta las piezas del ornamento giraorio.
2. Haz una figura o pega una foto de ti en el recuadro vacío, y escribe tu nombre debajo.
3. Dobla por las líneas de puntos (véase la ilustración). Lee el pasaje que hay bajo la figura de cada profeta.
4. Haz los agujeros donde se indique y pásales un hilo tal como se muestra en la ilustración. Haz un nudo en el extremo inferior del hilo y un lazo en el extremo superior.
5. Cuelga el ornamento giratorio para recordarte lo que el Salvador les dice a los profetas que te digan.
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