miércoles, 28 de septiembre de 2011

Juguetes para la Guardería: Amigurumis

El amigurumi (編み包み, amigurumi? lit. peluche de punto) es una técnica de origen japonés que consiste en tejer pequeños muñecos mediante crochet. Los amigurumis toman forma principalmente de animales adorables como ositos, conejos, gatos o perros, pero también se suelen crear otros muñecos con formas antropomórficas e incluso accesorios como bolsos o monederos. En parte del mundo occidental son conocidos comunmente como muñecos de trapo.

Los amigurumis se tejen usando lana. Hay varios tipos de lana, como la normal o la peluda que a su vez puede ser de pelo corto o largo.

Para tejer se usan agujas de crochet (ganchillo). Hay varios tamaños de aguja según el tamaño de punto que se desee y, por lo tanto, más grande o más pequeño sea el amigurumi. Las agujas más empleadas son la de 2 y 3 milímetros.

Para el relleno de los amigurumis se usa espuma como la que lleva cualquier peluche de relleno. Se puede usar algodón pero queda ligeramente más duro.

En Japón existe una asociación de Amigurumi. Aquí todos los creadores de Amigurumis se concentran para seguir creando más de estos lindos monitos.

Molde

Molde

Molde

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lunes, 26 de septiembre de 2011

Tiempo para Compartir: Puedo orar al Padre Celestial





La oración es una de las grandes bendiciones que nuestro Padre Celestial nos ha dado. Podemos hablar directamente con Él, el gran Dios del Cielo, en cualquier momento y en cualquier lugar. Cuando nos preparamos para orar, debemos pensar en nuestro Padre Celestial.


Muestre las imágenes correspondientes con cada pregunta:


• ¿Qué hacemos con los brazos cuando oramos?
• ¿Qué hacemos con la cabeza y con los ojos cuando oramos?

Demuéstreles lo que hay que hacer a fin de prepararse para orar y dígales que imiten los movimientos que usted haga; cruce los brazos, incline la cabeza y cierre los ojos. A continuación, puede pedir a uno de los alumnos que pase al frente y haga la misma demostración mientras los demás imitan sus movimientos.

Repita varias veces con los niños la letra de “Al orar” (Canta conmigo, A-11), haciendo los movimientos que éstas indican.

Al orar
Nos inclinamos al orar,
de brazos nos cruzamos;
Y así, los ojos al cerrar,
A nuestro Padre hablamos.

• ¿Qué otras cosas podemos hacer antes de orar?

Explíqueles que cuando oramos en casa, con nuestra familia, no sólo cruzamos los brazos, inclinamos la cabeza y cerramos los ojos sino que también muchas veces nos arrodillamos.


Explique que al inclinar la cabeza, cruzar los brazos y cerrar los ojos, podemos prestar atención a nuestra oración en lugar de fijarnos en las cosas que están a nuestro alrededor; además, obtenemos un sentimiento de reverencia y nos sentimos cerca de nuestro Padre Celestial, es decir, estamos preparados para hablar con Él.


Hay muchos diferentes tipos de oraciones y de ocasiones en que la gente suele ofrecer una oración. Muestre de a uno los dibujos de algunas de esas ocasiones y pregunte que tipo de oración que es. Por ejemplo, el primer dibujo representa la bendición de la Santa Cena. Hable sobre quién puede ofrecer cada clase de oración, las cosas por las que puede estar orando esa persona y cuándo se hace esa oración.












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viernes, 23 de septiembre de 2011

Repaso: Quiénes cantan?

Idea original de The Children Sing


Escribir en tiras de papel las descripciones de quienes van a cantar la canción para repasarla. Utilicen un papelito por canción o estrofa. Algunas descripciones podrían ser:
  • Todos los que que tienen mascota se ponen de pie y simulan que está acariciando a su mascota mientras cantamos.
  • Todos a los que le gusta jugar al fútbol se ponen de pie y patean hacia adelante mientras cantamos.
  • Todos los que tocan un instrumento musical se ponen de pie y hacen como que toca su instrumento mientras cantamos.
  • Todos los que quiera ir a la misión y simulan golpear puertas al ritmo de la música.
  • Todos a los que le gusta nadar hacen como que están nadando mientras cantamos.
  • Todos a los que les gusta leer un libro se ponen de pie y fingen que leen mientras cantamos.
  • Todos a los que le gusta construir castillo de arena se ponen de pie mientras cantamos.
  • Todos a los que le gusta andar en bicicleta simulen que están andando en su bicicleta mientras canta.
  • Todos a los que le gusta dibujar se ponen de pie y dibujan en el aire mientras cantamos.
  • Todo el que ha de poner la mesa para la cena se pone de pie y canta.
  • Todo aquel que tiene que recoger sus juguetes en su hogar se pone de pie y canta.
  • Todos los que le gusta cocinar se ponen de pie y pretenden revolver una olla mientras cantamos.
  • Todos los que le gusta comer pizza de pie y pretenden lanzar la masa de pizza mientras cantamos.
  • Todo aquel que cumple años en el verano (invierno, primavera o el otoño) se pone de pie y canta bien fuerte.
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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Bosquejo del Tiempo para compartir 2012





Estimadas hermanas de la presidencia, y líderes de música de la Primaria:


Este año tienen la oportunidad de enseñar a los niños la importancia de hacer lo justo. Aprender a tomar buenas decisiones es una parte importante del plan de nuestro Padre Celestial para nosotros y nos traerá muchas bendiciones. Busquen la guía del Espíritu del Señor en oración al enseñar las lecciones que se presentan en este bosquejo. Al hacerlo, los niños aprenderán que pueden recibir ayuda al tomar decisiones si siguen el ejemplo de Jesucristo, si viven los principios del Evangelio y prestan atención a los susurros del Espíritu Santo. Hacer lo justo ayudará a los niños a mantenerse en el sendero de regreso a nuestro Padre Celestial.


Agradecemos su fiel servicio al amar y enseñar a los preciados niños de su Primaria. Oramos por ustedes y sabemos que el Señor les bendecirá al servir en este importante llamamiento.


La Presidencia General de la Primaria


  • Enero
Tema: El albedrío es el don de elegir por nosotros mismos

Escritura: “Así pues, los hombres son libres… para elegir la libertad y la vida eterna, por medio del gran Mediador de todos los hombres” ( 2 Nefi 2:27 )

Canción: “Como hijo de Dios” (página 28 de este bosquejo)


  • Febrero
Tema: Cuando hacemos lo justo, somos bendecidos
Escritura: “Si guardáis sus mandamientos, él os bendice y os hace prosperar” ( Mosíah 2:22 )
Canción: “Haz tú lo justo”( Himnos, Nº 154)

  • Marzo
Tema: Los profetas vivientes me enseñan a hacer lo justo
Escritura: “¡Oh recuerda, hijo mío, y aprende sabiduría en tu juventud; sí, aprende en tu juventud a guardar los mandamientos de Dios!” ( Alma 37:35 )
Canción: “Defiende el bien” ( CN, pág. 81)

  • Abril
Tema: Jesucristo me enseña a hacer lo justo
Escritura: “Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os he hecho, vosotros también hagáis” ( Juan 13:15)
Canción: Escoja una canción sobre Jesucristo del libro Canciones para los niños

  • Mayo
Tema: Hago lo justo cuando me bautizo y soy confirmado miembro de la Iglesia
Escritura: “Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo” ( Hechos 2:38 )
Cante: “Cuando me bautice”( CN, pág. 53)

  • Junio
Tema: Hago lo justo viviendo los principios del Evangelio
Escritura: “Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado” ( 1 Nefi 3:7 )
Canción: “El valor de Nefi” (CN, págs. 64–65)

  • Julio
Tema: Hago lo justo al vivir los principios del Evangelio
Escritura: “Por tanto, seamos fi eles en guardar los mandamientos del Señor” ( 1 Nefi 3:16 )
Canción: “El sabio y el imprudente” ( CN, pág. 132) o cante una canción de su elección de Canciones para los niños

  • Agosto
Tema: Elijo llenar mi vida con cosas que inviten al Espíritu
Escritura: “Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos” ( Artículos de Fe 1:13 )
Canción: “Yo trato de ser como Cristo” (CN, págs. 40–41)

  • Septiembre
Tema: Los Diez Mandamientos me enseñan a amar a Dios y a Sus hijos
Escritura: “Si me amas, me servirás y guardarás todos mis mandamientos” ( D. y C. 42:29 )

  • Octubre
Tema: Las bendiciones del sacerdocio están disponibles para todos
Escritura: “Y también todos los que reciben este sacerdocio, a mí me reciben, dice el Señor” ( D. y C. 84:35 )

  • Noviembre
Tema: Puedo elegir ser un misionero ahora
Escritura: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” ( Marcos 16:15 )

  • Diciembre
Tema: Jesucristo es el Hijo de Dios
Escritura: “He aquí, soy Jesucristo, el Hijo de Dios. Soy la vida y la luz del mundo” ( D. y C. 11:28 )




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lunes, 19 de septiembre de 2011

Tiempo para Compartir: Puedo ser un misionero ya.

¿Qué es un misionero? Algunos misioneros llevar ropa de domingo y placas con sus nombres todos los días. Ellos trabajan a tiempo completo para encontrar y enseñar a otros el Evangelio de Jesucristo. ¿Alguien tiene un hermano o una hermana que sea un misionero de tiempo completo? ¿Son sus abuelos misioneros? ¿Conocen a los misioneros de tiempo completo que sirven en nuestro barrio o rama?


¿Quién puede ser un misionero? El presidente Hinckley nos invita a ser un buen ejemplo y compartir nuestro testimonio de Jesucristo con nuetros amigos. Hablando de la obra misional, dijo, "Que incluso los niños de la Primaria pueden pensar en maneras de ayudar. Muchos padres han llegado a la Iglesia a causa de un niño que fue invitado a la Primaria "(Ensign, mayo de 1999, 107).


Sandy era una niña de la Primaria que demostró que podía ser un misionero también. Cuando tenía cinco años de edad, invitó a su mejor amigo, Craig, para ir a la iglesia con ella el domingo. Craig quería ir con ella y estaba emocionado por pedirle permiso a su madre. Pero la madre de Craig tenía otros planes, y ella dijo que no. Cuando Craig preguntó a su madre la siguiente semana si podía ir a la iglesia, ella dijo que no otra vez. Debido a que Sandy era un buen misionero, lo invitó a Craig por tercera vez para ir a la iglesia con su familia. Craig se levantó temprano en la mañana del domingo y se puso su mejor ropa. Entonces despertó a su madre y le preguntó si podía ir a la iglesia con Sandy. Cuando ella dijo que no, por tercera vez, Craig comenzó a llorar. La madre de Craig decidió que si él se ponía tan triste por no poder ir, tal vez ella debería ir también. Craig y su madre fueron a la iglesia ese día con Sandy y su familia. Esa noche comenzó a aprender acerca de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días con los misioneros de tiempo completo, y luego fueron bautizados.


Más de 20 años después, cuando Craig cuenta esta historia, le gusta contar todas las personas que son miembros de la Iglesia gracias a una niña de cinco años de edad, Sandy, quien invitó a un amigo a la iglesia. Él puede contar a más de 100 personas. Craig dice, "No sé a cuántos Sandy invitó a la iglesia. ... Sé que le debo más de lo que puedo decir "(Amigo, octubre de 1998, 36-37).


Como Sandy, podemos ser misioneros ahora con un buen ejemplo, al invitar a nuestros amigos a las actividades de la primaria o compartiendo nuestro testimonio.


Invite de a un niño a la vez a lanzar el dado y decir de que forma podemos ser un misionero.



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lunes, 12 de septiembre de 2011

Tiempo para Compartir: Puedo prepararme ahora mismo para servir en una misión.



Haga unos signos de interrogación grandes de papel amarillo o dorado. En el dorso de cada uno escriba una pregunta que podría hacer una persona que no es miembro de la Iglesia. Por ejemplo:

- He oído que los mormones no toman café, ni té, ni alcohol, ni tampoco fuman, ¿Por qué?
- ¿Tienen los mormones otras Escrituras aparte de la Biblia? ¿ Cuáles son?
- ¿Para qué son los templos?
- ¿Qué es la Primaria?
- ¿Quién fue José Smith?
- ¿Por qué tiene la Iglesia Mormona doce Apóstoles?
- ¿Por qué tienen un profetas los mormones?

Podrá hacer otras preguntas similares. Planéelas para que estén al nivel de los niños que participan del Tiempo para Compartir.

Pegue las preguntas en el pizarrón. Haga también dos letreros, uno que diga "Miembro" y otro que diga "No Miembro". Coloqueles un hilo en cada uno de manera que pueda colgar alrededor del cuello de un niño.

Como introducción a la presentación, diga a los niños que los profetas nos han pedido que todos seamos misioneros. Pregúnteles lo que es un misionero y permita que contesten varios niños. Mediante sus respuestas saque la conclusión que la mayoría de los misioneros son jóvenes y jovencitas de entre diecinueve a veinticinco años de edad que dejan sus hogares, van a otra ciudad o país y enseñan a otras personas las verdades del evangelio. Hable sobre las parejas mayores que son misioneros. Quizás tenga misioneros regulares en sus barrio con los cuales esten familiarizados los niños.

Canten todos juntos "Espero ser llamado a una misión"

Pregunte: ¿Tienen que tener diecinueve años para poder ser misioneros? (No) Pregunte cómo pueden ser misioneros los niños. Una forma es estar alertas para cuando surjan las "preguntas de oro". ¿Qué es una pregunta de oro? Es una pregunta que hace una persona que no es miembro acerca de la Iglesia. Hay preguntas de oro que hasta los niños pueden contestar.

Pida a dos niños que pasen al frente. Coloque en uno el letrero que dice "Miembro" u en el otro el que dice "No Miembro". Muestre las preguntas doradas que ha preparado. Pida al "No Miembro" que tome una y se la lea al "Miembro", y éste debe tratar de contestarla. Si no lo puede hacer, pida a los demás niños del grupo que traten de ayudarle con la respuesta. Aún en el caso de que el niño "Miembro" pueda contestar correctamente la pregunta, invite a los demás niños a hacer comentarios al respecto.

Cuando se haya contestado la pregunta, permita que los niños participantes se sienten y repit el proceso con otros dos niños.

Como resumen inste a los niños a estar atentos a las preguntas de oro que podrían ayudarles a hablarle a alguien acerca de la Iglesia y que escuchen cuidadosamente en la Primaria, en la reunión sacramental y en sus hogares para aprender las respuestas.




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miércoles, 7 de septiembre de 2011

Repaso: Formas de Cantar - Dado

Esta idea es similar a la de Repaso: Formas de Cantar - Frasco solo que deberán tirar un dado para saber de que forma cantarán. Puede utilizarse esta idea para practicar diferentes canciones si cambiamos las formas de cantar por las canciones del programa.




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lunes, 5 de septiembre de 2011

Tiempo para Compartir: La obra misional bendice a todos.

Diga a los niños que después de la resurrección de Jesús, Él se apareció a sus discípulos y les dio algunas instrucciones importantes. Pida a un niño que lea Mateo 28:19-20, y a los demás niños que escuchen lo que Jesús quería que hicieran los discípulos. Expliqueles que en estos versículos les estaba pidiendo que fueran misioneros.

Pregunte: ¿Quién está aquí hoy por causa de un misionero? (Todos)

Explique que todos los que estamos en este cuarto somos miembros de la Iglesia gracias a un misionero. Quizás no haya sido un misionero regular; quizás ese misionero haya sido solamente un miembro que vivía los principios de su religión y daba un buen ejemplo.

Si está enterada de que haya habido una conversión entre los niños, pídale a este niño que hable sobre la manera en que se unió a la Iglesia, si no cuente su propia conversión.

Pregunte: ¿Quién está aquí hoy por causa de un misionero? Debería recibir más respuesta positivas que la primera vez que hizo la pregunta.



Entregue a cada niño un cuadro genealógico y pídales que escriban en ellos todos los nombres que sepan. Instelos a averigüar quién fue la primera persona de su familia en aceptar el evangelio y que en su cuadro genealógico circulen el nombre de esa persona.


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viernes, 2 de septiembre de 2011

Cómo prepararse para ser un buen misionero - Élder M. Russell Ballard

Liahona Marzo 2007


Las revistas de la Iglesia preguntaron al élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, cómo podrían prepararse los jóvenes para servir en una misión de tiempo completo y las bendiciones que les reportaría ese servicio.


¿Por qué la Iglesia pide a todo hombre joven digno que sirva en una misión?
El Señor no ha dado mayor encargo a Su pueblo que el de compartir el Evangelio con los hijos de nuestro Padre Celestial. Los misioneros sacan a la gente de las tinieblas del mundo y la conducen a la seguridad y luz del Evangelio de Jesucristo. Buscar, enseñar, bautizar y confirmar a alguien que nunca haya prestado mucha atención a Dios, a Cristo ni a Su gran sacrificio expiatorio es uno de los mayores servicios que puede rendir un poseedor del sacerdocio.


Nosotros conocemos el propósito de la vida, pero el resto del mundo no. Sobre los hombros de cada joven reposa el prepararse para declarar este mensaje al mundo. Es una obra emocionante.


¿Y qué hay de las jóvenes? ¿Qué responsabilidad tienen ellas?
Servir en una misión de tiempo completo es algo totalmente adecuado para una joven si eso es lo que ella desea hacer y es digna. Poseer el sacerdocio implica para el joven la obligación de llevar al mundo el mensaje de la Restauración. Se invita a las hermanas a participar en la obra misional atendiendo a sus circunstancias. Si tuvieran expectativas de matrimonio, ése es un llamamiento mayor; sin embargo, las jóvenes que se encuentran en condiciones de servir llegan a ser grandes misioneras. Son buenas maestras, muestran empatía y se relacionan muy bien con las mujeres. No creo que exista en el mundo una misión con un presidente que no se sienta encantado de tener más misioneras.


¿Cuál es para un joven o una jovencita la mejor manera de prepararse para la misión?
La actitud es la clave. Los jóvenes deben comprometerse a una temprana edad a la idea de la misión. De ese modo, al crecer y comenzar a encarar algunas de las tentaciones del mundo, éstas tendrán menos posibilidades de penetrar en sus corazones y mentes. Resistirán las tentaciones porque se centran en llegar a ser siervos del Señor. También ayuda el vivir en un hogar en el que se comparte el Evangelio. El espíritu misional se produce en aquel hogar donde los padres y los hijos comparten el Evangelio unos con otros.


A los nuevos misioneros les digo que precisan comprender que los 18 o los 24 meses que sirven en la misión no les pertenecen, sino que ese tiempo le corresponde al Señor. Ellos van a dedicar sus talentos y habilidades a tiempo completo a la edificación de Su reino. Cuando el misionero piensa así, no tiene problema alguno para seguir las reglas de la misión; no se resiste a la instrucción de su presidente de misión, a las pautas de Predicad Mi Evangelio ni al consejo de las Autoridades Generales. Antes bien acepta ese consejo porque no desea malgastar ni un minuto del tiempo del Señor.


¿Qué más pueden hacer los futuros misioneros para prepararse?
Necesitan comprender la doctrina y saber cómo compartirla. No se puede sacar agua de un balde vacío. Cuando los misioneros conocen el Evangelio y saben cómo enseñarlo, ya no quieren hacer nada más; saben que pueden enseñar a cualquier persona, en cualquier parte, en cualquier momento y en cualquier circunstancia empleando sus propias palabras respaldadas por el poder del Espíritu. Tienen confianza en sí mismos y una fortaleza interior. En este tipo de preparación hay un gran poder.


Por ese motivo, insto a todo joven y a toda jovencita a familiarizarse con Predicad Mi Evangelio. Los jóvenes tienen la obligación de ilustrarse, de entender por sí mismos las doctrinas de la Restauración. Esa preparación es tan importante para un muchacho como para una jovencita. Tanto si la joven se casa como si sirve en una misión de tiempo completo, el Evangelio debe servirle de guía en su diario vivir.


Los jóvenes precisan conocer el interior de la obra misional, pudiendo llegar a serles útil, donde sea posible, el ayudar a los misioneros y así paladear un poco de la obra.


También recomiendo a los jóvenes que estudien y sigan las pautas que se encuentran en Para la fortaleza de la juventud. Los misioneros deben ser moralmente limpios y estar espiritualmente preparados. Si viven los principios de Para la fortaleza de la juventud, estarán preparados espiritualmente para ser grandes misioneros.


¿Qué nos puede decir de la preparación física, económica y emocional?
Los misioneros deben ser autosuficientes. Los jóvenes necesitan aprender a cuidar de sí mismos y a no depender de sus padres.


Tienen que ser capaces de hacer frente a las exigencias físicas de la obra misional. Deben controlarse el peso y estar físicamente en forma. La rutina diaria del misionero incluye un programa de media hora de ejercicio, ya que tonificar el cuerpo aumenta la capacidad mental.


Los futuros misioneros necesitan aprender a trabajar. Deben tener un empleo y ahorrar dinero para la misión. Todo presidente de misión estaría de acuerdo conmigo en que el misionero que haya trabajado, ahorrado y contribuido a pagar parte o la totalidad de la misión es un misionero mejor preparado. Trabajar y ahorrar para la misión genera entusiasmo por servir y concede al joven o a la jovencita una buena ética de trabajo. ¡Independientemente de otros aspectos de la obra misional, aquí hay que trabajar!


Trabajar para servir en una misión y ser responsables de su propia vida contribuye al bienestar emocional de los jóvenes, pues en su interior saben que pueden tener éxito sin importar a dónde se les envíe o cuáles sean las circunstancias. Saben que son lo bastante fuertes para desenvolverse en un mundo cada vez menos interesado en las cosas de Dios. Necesitamos misioneros con ese tipo de convicción.


¿Cuál es su opinión respecto a aprender un segundo idioma?
En la mayoría de las escuelas de educación secundaria, es obligatorio aprender un segundo idioma y los alumnos deben esforzarse por hacerlo. Ahora bien, tal vez aprendan francés y luego vayan a la misión a Taiwán, pero no importa. Lo que verdaderamente importa es la disciplina que se adquiere al aprender cómo aprender. Si han aprendido una segunda lengua, les resultará más fácil aprender el idioma de las personas de la misión a la que sean llamados.


¿Cómo se decide ese llamamiento?
En primer lugar, el obispo o presidente de rama entrevista al joven o a la jovencita y hace una recomendación. Luego, el presidente de estaca o de misión entrevista a la persona. La mayoría de las solicitudes misionales se envían por medios electrónicos a las Oficinas Generales de la Iglesia junto con una foto. Cuando llega la solicitud, un miembro del Quórum de los Doce Apóstoles observa la foto y examina la actitud del futuro misionero según lo que hayan escrito sus líderes locales, sus calificaciones académicas y cualquier disposición manifiesta a aprender un idioma. El apóstol también considera las necesidades de las 344 misiones que hay en el mundo y luego recibe la impresión espiritual de dónde debe servir el misionero. Todo eso se hace bajo la dirección del Presidente de la Iglesia, y el llamamiento procede de él.


¿Por qué a algunos misioneros se les llama a servir en sus propios países?
Déjame asegurarte que los llamamientos son una cuestión de revelación, por lo que los misioneros sirven allí donde desea el Señor. Toda misión necesita misioneros buenos y capaces. Por ejemplo, supongamos que hay un joven, un líder escolar, que vive en Virginia, en los Estados Unidos. Abre su llamamiento y se queda boquiabierto al ver que se le llama a servir en Salt Lake City. Sin embargo, no pasa mucho tiempo allí antes de que sepa por qué el Señor lo llamó a servir en ese lugar.


¿Qué les diría a aquellos jóvenes que, por diversas razones, no creen reunir los requisitos para servir en una misión?
En 2002 elevamos el nivel de las normas del servicio misional; ello supone que, para ser un misionero digno, los jóvenes desde temprana edad deben comprender y vivir los requisitospara ser un misionero digno. Deben evitar las tentaciones del mundo. Claro que es posible arrepentirse, y el arrepentimiento supone una gran bendición, pero los que tropiezan deben llevar a cabo un arrepentimiento real y completo, y eso puede llevar tiempo. Puede llegar incluso a necesitarse la aprobación de la Primera Presidencia antes de poder servir. Elevar nivel de las normas no excluye a nadie, pero sí requiere de un arrepentimiento más exhaustivo y, en ocasiones, muy difícil. ¡Suplico a los jóvenes que no tengan que pasar por ello! Manténganse dignos de servir.


Tal vez haya algunos jóvenes que se consideren indignos o incapaces de servir a pesar de lo que les diga su obispo o presidente de rama; pero he aquí la realidad: los líderes del sacerdocio poseen las llaves para avalar. Si los líderes del sacerdocio indican que una persona es digna y es llamada, dicha persona debe ejercer fe en ese llamamiento y servir al Señor con plena confianza en que es digna y capaz.


¿Cómo recibe el misionero el poder espiritual que precisa para tener éxito?
Cuando llegan al campo, los misioneros suelen carecer de confianza en sí mismos, así que los ponemos con buenos compañeros que les enseñan cómo se lleva a cabo la obra misional. En pocos meses rebosan del Espíritu; están repletos del gozo que se recibe al llevar almas a Cristo. Entienden que están ayudando a nuestro Padre Celestial y al Salvador en la gran obra de redención. Cuando se dan cuenta de ello, son imparables.


Ese poder es fruto de la obediencia, la dedicación, el trabajo duro y el entusiasmo. Si no son obedientes, si no trabajan con denuedo dando lo mejor de sí cada día, no tendrán el mismo impacto que aquellos que irradian el espíritu del Evangelio.


¿Saben qué?, a menudo pregunto a nuevos conversos por la primera vez que supieron que la Iglesia es verdadera y no es infrecuente que respondan: “Supe que la Iglesia es verdadera mientras me enseñaban los élderes o las hermanas y percibí el poder de su creencia y vi el resplandor de sus rostros”. Si uno no está activa y anhelosamente consagrado a la obra, el Espíritu no le conferirá a su servicio misional el poder que tendría si así estuviese.


¿Qué bendiciones se reciben al servir en una misión?
Los misioneros dedicados que dan lo mejor de sí mismos aprenden lecciones tan importantes o puede que más importantes que cualquier cosa que aprendan en la universidad. Les daré un ejemplo. Los misioneros aprenden a tratar a las personas, a conversar con ellas y a ayudarlas. Tanto si van a ser médicos, abogados, comerciantes o cualquier otra cosa, la capacidad para relacionarse con otras personas puede ser lo que determine el éxito en una profesión.


Una segunda gran bendición es que los misioneros permanecen doctrinalmente anclados en la realidad de la Expiación, con lo que desarrollan un amor y una devoción por el Señor Jesucristo que supondrá una gran bendición para ellos y sus familias en esta vida y en la eternidad. Las experiencias de aprendizaje más significativas que podemos tener se producen al enseñar a los demás. Y eso es lo que hacen los misioneros: interiorizan la doctrina, la realidad de la Expiación, y eso supone una bendición en todas sus futuras asignaciones en la Iglesia.


Otra gran bendición es que a medida que los misioneros se dedican a rescatar y a llevar a la luz del Evangelio a familias que vagan por las tinieblas, se dan cuenta de lo que no desean en su propia vida. La experiencia les aclara los valores a los que desean ceñirse, el tipo de familia que desean tener, la manera de educar a sus hijos y las metas que necesitan para obtener las bendiciones prometidas del templo. La misión es la mejor institución educativa del mundo.


Como ustedes saben, el presidente Gordon B. Hinckley ha dicho en numerosas ocasiones que su misión constituye el cimiento de su vida de servicio. Él reconoce que la misión le puso en la dirección que le llevó a dirigir la Iglesia, y creo que estarán de acuerdo en que lo está haciendo magníficamente bien.


La Iglesia se encuentra en una etapa de su historia en la que los jóvenes y las jovencitas de todo el mundo necesitan dar el paso y servir en una misión. No pueden suponer que ya hay suficientes jóvenes en los Estados Unidos para hacer todo lo que el Señor necesita. Él necesita que los jóvenes de todos los lugares donde la Iglesia esté organizada se preparen para llevarle almas. Al obrar así, bendecirán a toda la tierra y traerán eternamente sobre sí y sobre sus familias las bendiciones del cielo.


¿Y si no puedes servir a tiempo completo?
Los jóvenes con limitaciones mentales, emocionales o físicas graves están eximidos del servicio misional a tiempo completo y no deberían sentirse culpables por ello. Son tan preciados e importantes para la Iglesia como si fueran capaces de ir al campo misional.


Pero si bien no sirven a tiempo completo, pueden aprovechar cada oportunidad que se les presente de buscar a personas y ayudarles a unirse a la Iglesia. Pueden ser miembros misioneros en la universidad, en el trabajo o en sus lugares de residencia. Deben seguir adelante, tener una vida maravillosa y plena y contribuir a la edificación del reino dondequiera que se encuentren. No todos los Apóstoles que sirven en la actualidad pudieron servir en una misión de tiempo completo cuando eran jóvenes, ya que algunos tuvieron que servir en el ejército; pero todos han hecho obra misional y han traído gente a la Iglesia.


Se alienta a los líderes del sacerdocio a ayudar a todo joven fiel y recto a brindar servicio. Por ejemplo, pueden ayudar al obispo como misioneros de barrio o trabajar en el almacén del obispo. Si viven cerca de un templo, podrán disfrutar de numerosas ocasiones de servir allí. Los líderes del sacerdocio sólo deben pensar en cómo hacerlo y luego dar el paso.



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