"Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones." (D. y C. 112:10)
Es una bendición maravillosa saber que puedes orar a tu Padre Celestial y que El siempre contestará tus oraciones. A veces la respuesta será "sí" y otras veces "no", y a veces no la recibirás por mucho tiempo. Pero las oraciones que se hacen con fe siempre se contestan. En general, la respuesta de nuestro Padre Celestial nos llega de un modo muy suave. Muy rara vez la oirás con los oídos, ya que se manifiesta con un sentimiento cálido
y suave en el corazón y la mente. (Ve D. y C. 8:2.)
Con el fin de ayudarte a prepararte para recibir respuestas a tus oraciones, nuestro Padre Celestial te ha dado los siguientes pasos: (Ve D. y C. 9:8-9.)
1. Estudia la situación y piensa cuáles son tus alternativas.
2. Escoge la que te parezca mejor.
3. Pregúntale a tu Padre Celestial si lo que has decidido está bien.
4. Escucha con el corazón y con la mente. Si tu decisión es correcta, te sentirás bien al respecto.
5. Si lo que has decidido no es lo correcto, no tendrás un buen sentimiento y será necesario que busques otra solución.
Los personajes de los siguientes relatos siguieron esos pasos a fin de recibir respuesta a sus oraciones. Escribe en cada uno de los espacios en blanco el número del paso que se utilizó. Luego lee las frases en el orden correcto.
Al hermano de Jared se le dijo que preparara barcos para que él y su pueblo atravesaran las grandes aguas y fueran a la tierra prometida. El estaba preocupado porque en los barcos no había luz. (Ve Éter 2:19, 22-25; 3:1-6.)
___ El hermano de Jared decidió fundir de una roca dieciséis piedras pequeñas que eran como cristal transparente. Si el Señor las tocaba, brillarían en la obscuridad.
___ Analizó el problema; sabía que no podían hacer ventanas ni encender fuego porque habría momentos en que los barcos estarían sumergidos en el mar.
___ El Señor extendió su mano y tocó las piedras con el dedo. El hermano de Jared supo que lo que había hecho estaba bien.
___ El hermano de Jared oró para saber si lo que pensaba hacer estaba bien.
Ángel deseaba saber si el Libro de Mormón era verdadero.
___ Leyó el Libro y meditó sobre él. Le gustaron los relatos y las cosas que aprendió.
___ Decidió que el Libro de Mormón era verdadero.
___ Oró para saber si lo que había decidido era correcto.
___ Ángel dijo: "Sentí que el pecho me ardía y supe que era verdadero. Lo sentí en el corazón".
Amanda tenía varios amigos que se reunían después de la escuela para mirar películas en videos. Algunas de las películas tenían escenas que Amanda no estaba segura si serían del agrado de sus padres y de nuestro Padre Celestial. Ella no sabía si debía o no ver ese tipo de películas.
___ A Amanda le gustaba estar con sus amigos. Después de todo, las películas no eran tan malas, y le daban la oportunidad de formar parte del grupo. Si no viera los videos, tal vez no tuviera nada que hacer después de la escuela.
___ Amanda decidió mirar videos con sus amigos.
___ Ella oró para ver si lo que había decidido estaba bien.
___ Se sintió muy incómoda acerca de la decisión que había tomado.
El presidente Spencer W. Kimball estaba preocupado porque no todos los varones de la Iglesia podían recibir el sacerdocio.
___ Una de las Autoridades Generales dijo que había un sentimiento sagrado en la habitación, porque el Espíritu de Dios estaba allí. El Espíritu Santo le hizo sentir al presidente Kimball que aquello por lo que había orado estaba bien. Por medio del poder del Espíritu Santo, todos los que estaban presentes sintieron lo mismo; no oyeron una voz, pero el Espíritu les susurró en la mente y en el corazón que la decisión que se había tomado era correcta.
___ El presidente Spencer W. Kimball pasó muchas horas y días orando y pensando acerca de la situación.
Una vez en el templo, les pidió a las Autoridades Generales su opinión.
___ El presidente Kimball decidió preguntarle a nuestro Padre Celestial si había llegado el momento de que todos los varones dignos de la Iglesia poseyeran el sacerdocio; él mismo ofreció la oración.
Haz un colgante que te recuerde los pasos que debes tomar a fin de recibir respuesta a tus oraciones.
Sigue las siguientes instrucciones: Recorta las figuras y pégalas en una cartulina o cartón grueso. Recórtalas. Haz un pequeño agujero en la parte superior de las figuras y átales un cordón de distinto largo a cada una. Ata los cordones a lo largo de una percha (gancho) para la ropa.
Escribe el rótulo que corresponda a cada figura: Orar, Estudiar y Meditar, Tomar una Decisión, Escuchar.
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