José Smith organizó una escuela para hombres en la Iglesia. Se llamaba la Escuela de los Profetas.
La escuela funcionaba en una habitación de almacén de Newel Whitney en Kirthland, Ohio. José les enseñaba a los hombres acerca de la Iglesia y también sobre el sacerdocio y las Escrituras.
Muchos de los hombres fumaban pipa o cigarrillos, y la habitación estaba siempre llena de humo. Algunos de los hombres masticaban tabaco. El piso se ensuciaba, y había que limpiar la habitación cuando los hombres se marchaban.
Después de cada reunión, Emma, la esposa de José, limpiaba la habitación. José se preguntaba si era bueno que los hombres fumaran o masticaran tabaco.
José oró y le preguntó a Dios qué debía hacer, y Jesús le dio una revelación. Jesús dijo que hay personas que hacen cosas muy malas, y quieren que otras personas hagan cosas que no son buenas para el cuerpo. En la Palabra de Sabiduría, Jesús les habló a los santos sobre cosas que son buenas para el cuerpo y sobre cosas que son malas. Les dijo que serían bendecidos si obedecían la Palabra de Sabiduría.
Divida el pizarrón en dos. De cada lado pegue un dibujo que represente las cosas que le hacen bien a nuestro cuerpo y las cosas que le hacen mal.
Coloque los dibujos de los alimentos en una bolsa e invite a los niños de a uno a la vez a sacar un dibujo y pegarlo en el pizarrón del lado que corresponda.
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