martes, 25 de marzo de 2014

Pon tu amor en la Primaria durante el tiempo para compartir y las clases | Paso 2 para una Primaria llena de Amor



Todos los líderes y maestros de la Primaria son llamados por Dios. Ponga amor en sus Tiempos para Compartir y clases al buscar el espíritu y dar testimonio de los principios del Evangelio. Va a cambiar la vida de los niños de su Primaria y su vida cambiará también!

"Enseñar a nuestros hijos a comprender es más que sólo impartir información. Es ayudar a nuestros hijos a que la doctrina penetre su corazón" . ~ Hermana Cheryl A. Esplin

"La preciosa alma de cada niño es lo que realmente importa, y lo más grande que podemos hacer es ayudar a encender las brasas de la fe que hay en sus corazones" ~ Hermana Rosemary Wixom

Hermana Cheryl A. Esplin ha dicho : "Enseñar para que entiendan requiere un empeño total y constante.”
  • enseñar en precepto
  • mediante el ejemplo
  • enseñarles a vivir lo que aprenden.

"A medida que aprenden a comprender las doctrinas del Evangelio, llegan a ser:" ~ Hermana Cheryl A. Esplin
  • más autosuficientes
  • más responsables;
  • ser parte de la solución a nuestros desafíos familiares
  • contribuyen en forma positiva al ambiente del hogar y al éxito de la familia.

Cada semana, planifique diferentes maneras para: (1) dar a conocer la doctrina, (2) ayudar a que los niños la comprendan y (3) ayudarlos a que la apliquen en su vida.
~ Bosquejo del Tiempo para Compartir 2014


Cucharada de Helado - ¿Está enseñando el evangelio como una cucharada de helado? Podemos utilizar muchos ingredientes y recetas probadas y verdaderas para el éxito en "servir" el mensaje del evangelio en cada lección que enseñamos. 




El Resto de la Historia - Elija una historia de la revista Amigos que enseñe un principio del Evangelio y cuente la historia a los niños. Sólo cuénteles lo suficiente de la historia para despertar su interés y luego desafíelos a ir a casa y terminar de leer la historia con sus padres y familiares. Pídales que informen la semana siguiente de cómo terminó la historia. Juntos discutan los principios de la historia enseñada.

¿Ha abierto el cofre del tesoro? - Hay muchas joyas y gemas a la espera para su Primaria . ¿Está utilizando los valiosos tesoros disponibles o su cofre del tesoro sigue cerrado? La clave para abrir este tesoro de valor incalculable se encuentra en www.lds.org. Algunos de estos tesoros de la iglesia aprobados incluyen:
  • Cómo mejorar los métodos de enseñanza
  • Cómo enseñar a los niños
  • Manuales de lecciones por número lección, tema, categoría, etc
  • Música
  • Recursos para líderes
  • Discapacidades
  • Recursos para asistir a personas con discapacidades
  • Llegar al corazón de cada uno
  • Mensajes de los líderes
  • Y mucho , mucho, mucho más…

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Pon tu Amor en la Primaria | 7 Pasos para una Primaria llena de Amor
 Pon tu amor en la Primaria al ministrar a los niños.
 Pon tu amor en la Primaria durante el Tiempo para Compartir y las clases
 Pon tu amor en la Primaria a través de la Reverencia
 Pon tu amor en la Guardería
 Pon tu amor en la Primaria al hacer y mantener convenios sagrados
 Pon tu amor en la Primaria mediante el Apoyo a la Familia
 Pon tu amor en la Primaria con esto, aquello y lo otro!






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jueves, 20 de marzo de 2014

Coro de Pascua: Mandó a su Hijo | Asombro me da

Esta es una linda mezcla para presentarla el domingo de Pascua, pero también es una linda forma de presentar 2 canciones para la Presentación de la Primaria.

Este es el interludio para unir las dos canciones.





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martes, 18 de marzo de 2014

Pon tu amor en la Primaria al ministrar a los niños | Paso 1 para una Primaria llena de Amor



"Los exhorto a esforzarse por tender una mano a aquellos a quienes prestan servicio y a amarlos… al estrechar una mano y al llegar al corazón de una persona recibirán verdadera felicidad y gozo duradero”. 
~ Presidente Thomas S. Monson


Los líderes y maestros de la Primaria deben tratar de atender a los niños de la Primaria y sus familias. El propósito del ministerio es ayudar a otros a ser verdaderos seguidores de Jesucristo. Ministrar a otros incluye:
  • El recordar sus nombres y tener conocimiento de ellos
  • Amarlos sin juzgarlos
  • Velar por ellos y fortalecer la fe uno por uno.
  • Establecer una amistad sincera con ellos y visitarlos en sus casas

"Enfoquese en un niño y cuando lo haga, guarde en su mente la cara de ese niño. Vea la luz en sus ojos. Imagínese lo que siente y lo que puede decir o hacer para aumentar la fe de los niños y ayudarles a mantenerse en el camino de regreso a nuestro Padre Celestial . Vealos por quienes pueden llegar a ser y luego tratelos como si ya fuera esa persona. ~ Hermana Rosmery M. Wixom

Las almas de los niños de la primaria deben estar anclados en Cristo. Usted puede ayudar a anclar el Evangelio de Jesucristo compartiendo su testimonio y enseñandole las verdades del Evangelio restaurado.

Ilumine a un Niño - Apague las luces y use una linterna para explorar la habitación e iluminar a un niño. Invite al niño que hablar sobre él, cosas tales como la edad, la canción de la Primaria favorita, escrituras favoritas , aficiones , intereses, gustos especiales , etc. 




Los niños de la primaria tienen capacidades diferentes - tener un corazón lleno de amor para con sus niños de la Primaria con capacidades diferentes. Identificar y buscar maneras de satisfacer las necesidades de los niños con capacidades diferentes . Hablelo con los padres y los líderes del sacerdocio para determinar la mejor manera de manejar su situación específica. Para las ideas y sugerencias de cómo incluir y comprometer a estos espíritus especiales, visite: Recursos para asistir a personas con discapacidades 



♥ Cómo acercarse a cada persona - Aun cuando esté enseñando a muchas personas al mismo tiempo, usted puede acercarse a ellas individualmente. Por ejemplo, lo hace al saludarles amablemente al principio de la clase. Los pequeños actos de cortesía como éste pueden tener un efecto muy importante. Para más ideas visite, visite: La Enseñanza: El llamamiento más importante, 3: Cómo acercarse a cada persona 


¿Tienen conciencia de que los amo? – Deje a los niños de la Primaria saber que usted es consciente de ellos , que se preocupa por ellos y que realmente los ama. Usted es consciente de las cosas buenas que ellos hacen. Felicite a sus hijos en sus logros. Hágales saber que usted está enterado cuando no están en la primaria y que los ha perdido.






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Pon tu Amor en la Primaria | 7 Pasos para una Primaria llena de Amor

 Pon tu amor en la Primaria al ministrar a los niños.

 Pon tu amor en la Primaria a través de la Reverencia

 Pon tu amor en la Guardería

 Pon tu amor en la Primaria al hacer y mantener convenios sagrados

 Pon tu amor en la Primaria mediante el Apoyo a la Familia

 Pon tu amor en la Primaria con esto, aquello y lo otro!






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lunes, 17 de marzo de 2014

6 Simples pasos para la Reverencia



Enseñar a los niños a ser reverentes durante la primaria, ya sea en los ejercicios de apertura o en el aula, a menudo es un desafío. Puesto que los niños ven a sus maestros para obtener orientación sobre qué tipo de comportamiento se espera y se tolera, algunas pautas simples pueden ayudar.

1 . Sea un buen ejemplo
A menudo, las acciones de los adultos enseñan a los niños más acerca de la reverencia que las palabras por sí solas. Levantando la mano para hablar, hablando con voz reverente, doblando los brazos, y evitar charlar durante las reuniones de la iglesia demuestra a los niños el tipo de comportamiento apropiado en la Primaria.
Una presidenta de la Primaria se puso reverentemente con los brazos cruzados en el frente de la clase antes de que se cantara la canción de apertura. Su actitud irradiaba paz a todos en la sala.

2 . Puesta en escena
Asegúrese de que los arreglos del salón ayuden a la reverencia. Siempre que sea posible, los maestros deben llegar a tiempo. Esto evita que la actividad no supervisada pueda llegar a ser desordenada. Asegúrese de que el salón este limpio y ordenado, con un espacio adecuado entre las filas o las sillas que sean necesarias para que los niños pasen. Considere música del preludio de bajo volumen mientras los niños entran al salón de clases.
Algunos maestros han encontrado que es útil el uso de vez en cuando de una tarjeta de reverencia. Cada niño juzga su propio desempeño y escoge entre la colocación de una estrella o una marca de verificación en su tarjeta al final de una clase. Tal vez después de obtener varias estrellas, los niños pueden poner una pegatina en la tarjeta. Pero que el deseo de inculcar la reverencia no sobrepase la importancia de poner nuestro mayor énfasis en proporcionar instrucción efectiva e impactante del evangelio.

3 . Establecer reglas de clase simples
Los niños a menudo cooperan cuando saben claramente lo que se espera de ellos. Algunas reglas pueden incluir lo siguiente: No traer juguetes a la clase. Permanecer sentado a menos que se lo diga. Levantar la mano y esperar a ser llamado antes de hablar. Mostrar respeto por el maestro y otros niños.

4 . Sea consistente
Si se pasa por alto cuando un niño rompe una regla de clase, a continuación, los niños asumen que esas reglas son flexibles y sin importancia. Cuando las reglas son seguidas consistentemente, los niños aprenden rápidamente que se espera que todos los miembros de la clase para comporten adecuadamente en todo momento. Una maestra le recuerda amablemente a los niños que levanten la mano haciendo una pregunta y luego examinando la clase mientras dice: "¿Quién tiene una mano?"

5 . Tratar a los niños con respeto
Los maestros deben hablar con los niños amablemente. Evite el menosprecio o el lenguaje sarcástico. Nunca golpearlos, herirlos o intimidarlos. Escuche atentamente lo que dicen los niños y abstenerse de reirse de sus torpes intentos de expresión.

6 . Estar bien preparados
Planee un "cambio de escena" durante las presentaciones de lecciones para los niños más pequeños. Esto puede incluir el desplazamiento de los niños de sentarse en un círculo de sillas para sentarse alrededor de una mesa, y luego a sentarse en una colcha en el piso. Las actividades también deben cambiar, por ejemplo, de expresar ideas a colorear o hacer una hoja informativa para llevar a casa. Mantener el ritmo en movimiento con varias actividades programadas le ayudará a resolver los problemas con la reverencia y la capacidad de atención.

Los niños y maestros se sienten bien al ver la reverencia mejorar en la Primaria. Y cuando aumenta la reverencia, el Espíritu se puede sentir más fácilmente por todos.


Ideas compartida por Delores DeVictoria


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sábado, 15 de marzo de 2014

"Asombro me da" | Coreografía con Cintas

Les comparto esta idea que encontré para hacer una coreografía con cintas para Asombro me da. Las cintas pueden atarse en ganchos para cortinas de baño, como en esta fotografía.

Con los niños más pequeños quizás se les puede pedir que ellos inventen algunos pasos.


Asombro me da :: círculo 
el amor que me da Jesús :: corazón :: zig-zag de lado 
Confuso estoy :: círculo a la derecha 
por Su gracia :: figura 8 
y por Su luz :: cayendo 
y tiemblo al ver :: círculo a la izquierda 
que por mí :: arriba-abajo 
Él Su vida dio :: cruz 
por mí, tan indigno, :: círculo sobre la cabeza 
Su sangre :: triánguloÉl derramó :: cayendo 

Cuán asombroso es :: arco sobre la cabeza
 
que por amarme así :: corazón 
muriera Él por mí :: cayendo 
Cuán asombroso es :: arco sobre la cabeza 
lo que dio :: círculo 
por mí :: cayendo :: círculo en el suelo


Idea compartida por Heidi Pikula


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viernes, 14 de marzo de 2014

Repaso Tiempo de Música | Caja de Huevos

Esta es una actividad muy rápida de preparar, que puede relacionarse con Pascuas también. La idea es escribir palabras de la canción que se esta repasando en una caja de huevos. Uno de los niños sale del salón y se la pide a otro arroje una pelotita a la caja. Cuando la pelotita cae en un huequito, esa será la palabra que no cantarán. El niño vuelve a entrar y cantan toda la canción salteandose esa palabra. Este niño deberá adivinar que palabra falta.


Idea compartida por Tiffany Smith


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jueves, 13 de marzo de 2014

La Primaria fortalece a las familias



Rosemary M. Wixom, Presidenta General de la Primaria Reunión de capacitación de líderes de la Primaria 2011 


¡Bienvenidos a la Primaria!

Todos compartimos el amor por los niños y hoy nos miramos unos a otros con esperanza en los ojos:
Esperanza por el futuro de cada niño.
Esperanza por las familias.
Esperanza por las madres y los padres.
Esperanza por nosotros como líderes y maestros de la Primaria.

No podemos separar nuestro servicio en la Primaria de cada niño y de cada familia. Durante la transmisión de la capacitación mundial de líderes 2011, el élder Dallin H. Oaks dijo: “El objetivo de la Iglesia es fortalecer a la familia”. Nuestro enfoque es la “la salvación de los hijos de Dios y el fortalecimiento de sus familias”. Todos estamos juntos en este glorioso evangelio de Jesucristo. Para aquellas personas que toman el tiempo de verlo adecuadamente, este evangelio de Jesucristo es impresionante. Como familias nos decimos los unos a los otros: “Toma mi mano. Aférrate. Permaneceremos juntos en la senda de regreso a nuestro Padre Celestial”.

¿Cuántos de ustedes crecieron yendo a la Primaria? ¿Cuántos de ustedes recuerdan a un maestro o líder de la Primaria que influyó en ustedes? Verdaderamente los amamos.

¡Oh! Espero que sepan lo mucho que los amamos. Estamos agradecidos por ustedes. Oramos por ustedes. Nos encanta visitar sus primarias. Nos encanta observar cómo les dan la bienvenida a los niños al entrar por la puerta. Conocen el nombre de cada niño. Nos encanta observar como interactúan con los maestros. Delante de los niños ustedes elogian y agradecen a los maestros. Nos encanta observar cómo ustedes cantan y se divierten con los niños. Ustedes se levantan y participan. Testifican de las verdades del Evangelio. Vemos su
preparación, su organización y, por encima de todo esto, al momento están preparados para ocupar el lugar de un maestro que esté ausente. Es la vida de un miembro de la presidencia de la Primaria y ¡se lo agradecemos!
Es un regalo el tener la oportunidad de enseñar a los niños. Ellos son puros y sus mentes están abiertas. Como líderes de la Primaria, es como si estuviéramos escribiendo en páginas en blanco. También estamos protegiendo la fe que es innata en cada niño. En una reunión de la mesa general directiva de la Primaria, Michael Wilcox lo expresó así: “Nuestra labor es impedir que el mundo le quite a un niño lo que ya es parte de él”.

Les damos nuestro apoyo. Hoy, aconsejémonos. Al marcharse, háganse estas tres preguntas:
¿Qué es lo que amo de mi llamamiento? ¿Cuál es el propósito de la Primaria?
Con el nuevo manual, ¿qué planes tengo para hacer las cosas de manera diferente?

Esta semana se cumplirá un año desde que se nos sostuvo como presidencia general de la Primaria. Permítanme que les presente a la presidencia. La hermana Jean Stevens es la primera consejera y abuela de 8 nietos. La hermana Cheryl Esplin es la segunda consejera y abuela de 20 nietos. Yo soy la hermana Rosemary Wixom, la presidenta y abuela de 7 nietos. ¿Se preguntan por qué mencioné a los nietos? No es para que sepan cuantos tenemos, sino para que sepan que las familias son importantes para nosotros. Cada uno de los que estamos en esta sala forma parte de una familia. Mi primer consejo es: la familia ocupa el primer lugar. ¡Tómense tiempo para disfrutar de su familia!
Tenemos una mesa redonda en la oficina de la Primaria y cada vez que estamos juntas es allí donde nos reunimos. El año pasado nos cambió la vida a cada una de nosotras. Hemos vertido lágrimas alrededor de esa mesa. También nos hemos reído con muchas ganas alrededor de esa mesa, nos hemos arrodillado junto a las sillas y hemos sentido la bendición de recibir revelación del Espíritu Santo. Buscamos guía de tres fuentes: del Señor, de nuestros líderes del sacerdocio y del manual de instrucciones de la Iglesia. Seguimos lo requerido por las Autoridades de “estudiar a fondo” los primeros tres capítulos del manual de la Iglesia. Lo hacemos como parte de nuestra reunión semanal de presidencia. Amamos la Primaria. Sabemos que nuestro Padre Celestial y Jesucristo están dirigiendo esta obra y nos mantenemos unidas en seguir Su voluntad.

Con frecuencia, nuestros llamamientos en la Iglesia se nos presentan por sorpresa. Si se consideran incapaces o si cuestionan su llamamiento en la Primaria, no se sientan culpables. Trátenlo con el Señor. Pregúntenle: “¿Es éste mi tiempo de servir en la Primaria?”. Y después, escuchen. Recibirán una respuesta.

Permitan que su llamamiento sea parte de sus vidas. Miren a su alrededor. Observen a las familias de los niños a quienes enseñan, las madres y los padres, a los padres y madres solos, a veces los abuelos, y entonces dejen que la pregunta: “¿Cómo podemos ayudar a fortalecer a las familias?” los guíe en sus esfuerzos en la Primaria.

Ahora, permítanme hacerles otra pregunta: ¿Cómo podemos ayudar a los niños a desarrollar testimonios fuertes y acercarse más a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo?

Aproximadamente unas dos semanas después de que se nos llamara, recibí una llamada del élder Hales. Me preguntó si podría ir y reunirme con él en su oficina. Me hizo una pregunta: ¿Cuál es la raíz primaria que sujetará a un niño contra el viento? La raíz primaria es la raíz principal del árbol, la cual crece profunda y verticalmente dentro de la tierra.

Entonces, ¿cuál es la raíz primaria que sujetará a un niño contra los vientos de este mundo?
¿Qué ven ustedes como la raíz primaria que sujetará a los niños de su Primaria?
Vayamos a Alma 24:14. Aquí los anti-nefi- lehitas se regocijan en Cristo y explican lo que se les “ha dado a conocer” para su salvación.
“Y el gran Dios ha tenido misericordia de nosotros, y nos ha dado a conocer estas cosas para que no perezcamos; sí, nos ha dado a conocer estas cosas anticipadamente, porque él ama nuestras almas así como ama a nuestros hijos; por consiguiente, en su misericordia nos visita por medio de sus ángeles, para que el plan de salvación nos sea dado a conocer, tanto a nosotros como a las generaciones futuras” (cursiva agregada).

¿Podría ser que el conocimiento del plan de salvación, la plenitud del Evangelio, sea la raíz primaria para los niños contra el viento?
Queremos que todos los niños sepan que son hijos de Dios y que Él los ama; que el Padre Celestial tiene un plan, el plan de salvación, y que incluye a las familias; y que mediante nuestro Salvador, Jesucristo, podemos mantenernos en el camino que nos llevará otra vez al Padre Celestial.

Para los niños, el saber de dónde vienen, por qué están aquí y adónde van, les proporciona un ancla en la vida. Tienen un propósito aquí en la tierra.
Cuando visitamos las primarias, nos gusta hablar con los niños acerca del plan de salvación. Les preguntamos: “¿Dónde vivían antes de venir a la tierra?”. Y nos contestan: “Con nuestro Padre Celestial”. Hablamos de la existencia premortal y de cómo nos regocijamos por venir a esta tierra. Nuestro Salvador, Jesucristo, nos guía por el camino. Entonces les explicamos que la vida en esta tierra es como un camino por el que andamos. Tratamos de continuar por el camino recto y angosto que nos lleva otra vez a nuestro Padre Celestial.
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Cuando preguntamos: “¿Qué hacemos para permanecer en el camino?”, los niños responden: “¡Leer las Escrituras, orar, hacer la noche de hogar, cumplir los mandamientos, ir a una misión, casarnos en el templo!”. Ellos saben lo que los mantendrá en el camino recto y angosto. Después les preguntamos: “¿Quieren andar solos por el camino?”. “¡Oh, no!”, responden. “¿Quién quieren que vaya con ustedes?”. “¡Mi familia! ¡Mi familia!”, responden siempre.

Entonces les decimos: “Tenemos que tomarnos del brazo. Asirnos fuertemente y andar juntos por el camino. Todos queremos regresar a nuestro Padre Celestial y estar juntos con nuestras familias”.

Todo cuanto enseñamos, cantamos y hacemos en la Primaria ayuda a los niños a permanecer en ese camino. Esto cumple con el propósito de la Primaria. ¿Cuál es el propósito de la Primaria? Ayudar a cada niño a sentir el amor del Padre Celestial, aprender el evangelio de Jesucristo, sentir el Espíritu Santo y prepararse para hacer convenios sagrados y cumplirlos.

Queremos que los niños sientan el amor de nuestro Padre Celestial, así que hablamos acerca del amor que sienten en su hogar y nos aseguramos de que sientan amor en la Primaria.

Queremos que aprendan y entiendan el evangelio de Jesucristo, así es que no sólo les pedimos que traigan sus Escrituras, sino que los llevamos hacia las Escrituras en la Primaria y les enseñamos la doctrina que se nos proporciona en el bosquejo del Tiempo para compartir y en los manuales. Hacemos que los niños participen. Les hacemos preguntas y los niños ven la doctrina, la escuchan, la escriben, la dibujan y hablan de ella. El programa Fe en Dios inculca un modelo para vivir el Evangelio.

Queremos que cada niño sienta y reconozca el Espíritu Santo, así es que invitamos al Espíritu mediante la oración, los relatos, las Escrituras, la música y los testimonios. Después les decimos: “Ahora mismo siento el Espíritu Santo. Lo siento cuando cantan”.

Queremos que se preparen para hacer convenios sagrados y cumplirlos, de modo que hablamos acerca del bautismo y del templo. Les hablamos sobre las familias eternas. Los preparamos al enseñarles durante el tiempo de compartir “Mis normas del Evangelio”. La manera en que nos vestimos, cómo hablamos y lo que leemos y vemos nos prepara para hacer los convenios del bautismo y del templo. Ahora es el tiempo de preparar a los niños para estos convenios. Nos preguntamos: “¿Qué les estoy enseñando hoy que recordarán cuando tengan 19 años?”.

Con frecuencia son las cosas pequeñas y sencillas que hacemos las que marcan la mayor diferencia. Fíjense en lo que aprender los Artículos de Fe hizo por un jovencito, Matt Richardson.

“Como tantos otros, tomaba el autobús para ir a la escuela secundaria. Cada día caminaba hasta la parada del autobús y esperaba con mis amigos y otros alumnos a que llegase el autobús. Una mañana en particular, al doblar la esquina para ir a la parada del autobús, vi a mis compañeros apiñados en un grupo hablando. Uno de ellos se dio cuenta de que yo caminaba hacia ellos y dijo en voz lo suficientemente alta como para que yo lo oyera mientras me apuntaba con el dedo: ‘¡Ahí viene!’. Al acercarme al grupo, oí que alguien decía: ‘Ya verás cómo te lo demuestra, espera y verás’.

“Con nerviosismo saludé a todos y les pregunté qué pasaba. El grupo se apartó y allí en el medio estaba un joven con una sonrisita confiada en la cara. A Ronnie le encantaba burlarse y provocar a los niños que eran Santos de los Últimos Días y parecía que eso era lo que estaba haciendo otra vez. Uno de mis amigos explicó rápidamente: ‘Ronnie dice que nosotros los mormones no somos más que un rebaño de ovejas’. Ronnie permaneció inmóvil, sonriendo de manera desafiante. Mi amigo continuó: ‘¡Dice que no sabemos nada de nuestra iglesia y que simplemente seguimos a nuestros padres como un rebaño de ovejas!’. Ronnie empezó a balar como una oveja. ‘Así es que’, dijo otra persona en alto, en un intento de acallar la imitación descarada de Ronnie como si fuera una oveja, ‘le dijimos a Ronnie que no somos ovejas en absoluto y que, de hecho, sabemos mucho de lo que nuestra Iglesia enseña’. Ella continuó: ‘Entonces Ronnie nos dijo que le dijéramos lo que se cree en la Iglesia y le contestamos: “Espera a que llegue Matt Richardson y verás. Él te dirá todo sobre la Iglesia”’. ‘Sentí que el corazón me daba un vuelco al escuchar lo que estaba ocurriendo. Inmediatamente, mis amigos se unieron y dijeron: ‘¡Vamos, háblale a Ronnie de la Iglesia. Demuéstrale que no somos ovejas!’. Ronnie continuó de pie con su sonrisita y añadió: ‘Adelante, mormón, dime en qué cree tu Iglesia’ y después empezó a balar otra vez.

“Al ver los ojos de todos fijos en mí, esperando mi respuesta y con el balido que me ensordecía, apenas me era posible pensar. Era como si se me hubiera borrado la mente. Rápidamente hice una sincera oración rogándole al Padre Celestial para que me salvara de esta situación tan horrorosa. Para mi sorpresa, y mi gran alivio, el autobús llegó inmediatamente y los alumnos se apretujaron para subir. Me sentí aliviado al entrar en el autobús y dirigirme a mi asiento habitual en la parte de atrás. ‘Me ha salvado el autobús’, pensé con agradecimiento. Poco después de sentarme el balido comenzó otra vez. Iba aumentando con más frecuencia y más alto mientras Ronnie giró para mirarme y dijo: ‘¡Vamos, mormón, dime una cosa que cree tu Iglesia’. Y entonces, empezó a balar otra vez. Era difícil concentrarme con el alto ‘beee, beee’ que llenaba el ambiente, al mismo tiempo que mis amigos me animaban a hablar. ‘¡Vamos, Matt’, decían, ‘háblale de la Iglesia. Demuéstrale que no somos ovejas’.
“‘Bien’, dije haciendo una pausa para aclarar mis pensamientos. ‘Creemos... creemos’, tartamudeé mientras mi mente se debatía por pensar en algo que decir, cualquier cosa. ‘Creemos...’, dije de nuevo muy lentamente, esperando que algo ocurriera. ‘¿No se te ocurre nada?’, se burló Ronnie. ‘¡Tal cómo yo pensaba, eres una oveja!’.

“Y de repente, ocurrió. Me vino como un relámpago. Me senté erguido, miré a Ronnie y dije: ‘Creemos en Dios, el Eterno Padre, y en Su Hijo Jesucristo, y en el Espíritu Santo’. Ronnie no podía ocultar su mirada de sorpresa y asombro. Se recuperó enseguida y me provocó otra vez: ‘Eso no cuenta. Todo el mundo cree en Dios, en Jesucristo y en el Espíritu Santo’. Siendo él mismo otra vez, dijo despectivamente: ‘Dime algo más, oveja’.

“Mis amigos rápidamente volvieron a mirarme, evidentemente preguntándose qué pasaría ahora. Tranquilamente declaré: ‘Creemos que los hombres serán castigados por sus propios pecados, y no por la transgresión de Adán’. Sin apenas tiempo para tomar aliento, lancé el tercer artículo de fe y después el cuarto, el quinto y el sexto. Mis amigos se unieron a mí con entusiasmo al inicio de cada artículo de fe, diciendo: ‘Creemos’ y después me dejaron que terminara el resto por mí mismo. Recité los trece Artículos de Fe. Cuando terminé, no había ni un solo sonido que se oyera parecido a un balido.

“Aunque no sé la impresión que este suceso tuvo en Ronnie ni en ninguna otra persona, sí sé sin lugar a dudas que hubo una persona que cambió para siempre. ¡Esa persona era yo! Salí del autobús dándome cuenta de que sabía mucho más del Evangelio y de la Iglesia de lo que yo pensaba. También me di cuenta de que tenía un testimonio del Evangelio mucho más fuerte del que esperaba. Me bajé del autobús profundamente agradecido por mi experiencia de la Primaria y especialmente por la oportunidad de memorizar los trece Artículos de Fe. Me preparó para un momento inesperado cuando realmente sería de mayor importancia”.

Ahora queremos preguntarles: el programa Fe en Dios que incluye aprender los Artículos de Fe, ¿ayuda a los niños a mantenerse en el camino? Sí.

Las Escrituras nos enseñan:
“Y todos tus hijos serán instruidos por el Señor; y grande será la paz de tus hijos” (3 Nefi 22:13).
“Instruye al niño en su camino; y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él (Proverbios 22:6).

Nuestros recursos son numerosos. Uno de nuestros mayores recursos es el manual de instrucciones de la Iglesia. Es un tesoro cuando hacemos lo que el presidente Monson nos ha pedido que es “leer, entender y seguir”.
¿Cuáles son sus preocupaciones en la Primaria? Déjenme que lo adivine. Podría ser que algunas fueran: ¿Cómo podemos ayudar a un niño a sentir reverencia y respeto? ¿Cómo tratamos los temas de conducta? O bien: ¿Cómo podemos ayudar a un maestro a ser más responsable? Piensen en cómo estos principios de liderazgo del Evangelio podrían ayudar: a prepararse de verdad espiritualmente; aconsejándonos los unos a los otros, con su líder del sacerdocio o con los padres; ministrando; o enseñando el evangelio de Jesucristo. Estos valiosos principios se debaten en el capítulo 3 del manual de instrucciones de la Iglesia. Ésta es la manera de dirigir del Señor.

Fijémonos en el manual de instrucciones. Ustedes han tenido la oportunidad de implementar los principios de este nuevo manual de instrucciones de la Iglesia. Incluso estos principios de liderazgo del
Evangelio a los que acabamos de referirnos. ¿Han notado algún cambio? ¿Ha marcado alguna diferencia?
Piensen en su consejo de barrio. ¿Cómo ha cambiado su función en el consejo de barrio?
¿En qué forma son ustedes mejores al cubrir las necesidades de las personas y al fortalecer a las familias de su barrio?

El presidente Packer dijo: “los manuales ahora proporcionan simplificación y flexibilidad”. Y entonces dijo, “Permítanme subrayar eso: simplificación yflexibilidad”. ¿Qué están haciendo para que eso ocurra?
El élder Holland dijo: “Necesitamos ayuda; milagros. Cada familia, cada matrimonio, cada niño, cada vecindario”. Y si me permiten que añada algo: “cada Primaria”. Él también dijo: “Hablábamos de la salvación... ésa es nuestra tarea”.

Todos estamos en este camino, y debemos aferrarnos el uno al otro con un “fulgor perfecto de esperanza” (2 Nefi 31:20). ¡Disfruten de su llamamiento en la Primaria! Nuestro Salvador Jesucristo vive. Él nos indicó el camino y nos dirige a lo largo de él. Nuestra responsabilidad es convertirnos en un “verdadero seguidor”, un fiel discípulo y ayudar a otras personas a lograr lo mismo. Ése es el propósito detrás de cada llamamiento en la Iglesia. Deseo que sientan el amor del Señor en esta valiosa oportunidad de bendecir a los niños y ayudar a fortalecer a sus familias. 



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Tiempo para Compartir: Jesucristo resucitó y yo también resucitaré.



Ideas del Bosquejo
· Canten juntos “¿Vivió Jesús una vez más?” (CN, pág. 45) o “Resucitó Jesús” (CN, pág. 44). Pida a un niño que explique lo que la canción enseña. Diga a los niños que gracias a que Jesucristo resucitó, todos nosotros también resucitaremos. Sostenga en alto las Escrituras y explique que sabemos que Cristo resucitó porque en las Escrituras podemos leer que así fue. Explique que aun cuando quizá no hayamos visto al Cristo resucitado, otros lo han visto, y ellos nos han dicho lo que saben.

· Pida a varios miembros adultos de su barrio que vayan al tiempo para compartir y que representen a uno de los siguientes testigos del Cristo resucitado: María Magdalena (véase Juan 20:1–18), Tomás (véase Juan 20:19–29), un hombre o una mujer nefita (véase 3 Nefi 11:1–17; 17), y José Smith (véase José Smith—Historia 1:11, 14–17; véase también D. y C. 76:22–24). Pida a los miembros del barrio que compartan el relato de las Escrituras y que den testimonio de la resurrección de Cristo.

Más Ideas
· Divida a los niños en grupos y dé a cada grupo una lámina de un acontecimiento que se relacione con la Resurrección (por ejemplo, podría utilizar láminas de la Crucifixión, la sepultura de Cristo, la tumba vacía, María y el Señor resucitado, y Jesús mostrando Sus heridas a Sus discípulos). Dígales que no permitan que los otros grupos vean su lámina. Pida a cada grupo que dé unas cuantas pistas que ayuden a los otros niños a adivinar lo que está sucediendo en la lámina. Cuando adivinen correctamente, muestre la lámina a los otros grupos. Explique que debido a que Jesucristo resucitó, todos resucitaremos.

· Utilice láminas para contar brevemente el relato de la muerte de Jesús (véase Mateo 27:33–60; Marcos 15:22–46; Lucas 23:33–53; Juan 19:17–42). Pida a los niños que piensen cómo se deben haber sentido la familia y los amigos de Jesús cuando Él murió. Pida a varios niños (o adultos), con anticipación, que vengan a la Primaria preparados para compartir un relato de uno de los testigos de la resurrección de Cristo, tal como María Magdalena (véase Juan 20:11–18), Pedro y Juan (véase Juan 20:2–10), los discípulos (véase Juan 20:19–22; Lucas 24:33–53), Tomás (véase Juan 20:24–29), y los Nefitas (véase 3 Nefi 11:8–17). Entrégueles una etiqueta con el nombre del personaje sobre el cual van a compartir la historia. · Válgase de la ilustración que figura en la página 123 del manual de la guardería (vea las instrucciones que se encuentran en la página 121) para contar el relato de la Resurrección (véase Juan 19:41–42; 20:1, 11–18). Explique que cuando Jesucristo resucitó, Su cuerpo y Su espíritu volvieron a unirse, lo cual hizo posible que todos resuciten. Pida a los niños que digan lo siguiente: “Gracias a que Jesucristo resucitó, yo también resucitaré”.

· Escriba una lista de palabras en la pizarra que describan cómo se habrán sentido los discípulos el día en que Jesús murió (tales como pena, dolor, tristeza y desesperación). Pida a los niños que sugieran palabras que signifiquen lo opuesto de esas palabras (tales como felicidad, gozo, esperanza y fe ), y escríbalas en la pizarra. Explique que esos son los sentimientos que tuvieron los discípulos cuando Jesucristo resucitó. Analicen algunas de las bendiciones que proceden de saber que resucitaremos (véase Isaías 25:8; Alma 22:14).

· Escriba lo siguiente en la pizarra: “Agradezco que Jesús resucitó porque...”. Invite a un miembro del barrio, que tenga un ser querido que haya fallecido, a ir a la Primaria y compartir brevemente la razón por la que él o ella esté agradecido por la Resurrección. Pregunte a los niños si conocieron a alguien que haya muerto e invítelos a que cierren los ojos y piensen en esa persona. Invite a algunos de los niños a ponerse de pie y completar la frase que está en la pizarra, así como a compartir lo que la Resurrección significa para ellos.

· Pida a los niños que se pongan de pie y con usted canten o reciten las palabras de “¿Vivió Jesús una vez más?” Ayúdelos a hacer las acciones que se sugieren.

¿Vivió Jesús una vez más (Manos hacia afuera con las palmas hacia arriba.) cuando en la cruz murió? Al tercer día en el jardín, (Levantar tres dedos.) a María habló. (Poner las manos alrededor de la boca.) ¿A los que amaba visitó? (Poner las manos sobre el corazón.) Él se dejó tocar. (Con los dedos de una mano tocar la palma de la otra.) Con ellos Él también comió (Hacer como que comen.) miel de un panal. Tenía marcas de la cruz (Tocar las palmas.) en las manos y en los pies. (Agacharse y tocar los pies.) ¿Vivió Jesús una vez más (Manos hacia afuera con las palmas hacia arriba.) después que muerto fue? ¡Oh sí, Él vive, sí! (Mover la cabeza en forma afirmativa.)

· Lea con los niños el relato con ilustraciones “La primera Pascua de Resurrección”. En los lugares indicados, ayude a los niños a decir las palabras que las ilustraciones representan. Si es posible, haga una copia del relato para cada uno de los niños.

· Lleve a la clase una fotografía de un familiar o amigo suyo que haya muerto, muéstresela a los niños y cuénteles algunas cosas que usted y esa persona hayan hecho y por qué usted la ama y admira. Expréseles cómo se siente al saber que algún día podrá ver a esa persona otra vez.

· Dé a cada niño una hoja de papel titulada: Todos viviremos otra vez. Dé a los niños lápices de cera y pídales que dibujen a personas amadas que hayan muerto o que dibujen a su propia familia. Permítales mostrar sus dibujos al resto de la clase y hablar de ellos.
Recuerde a los niños que debido a la resurrección de Jesucristo, todos resucitaremos después de morir. Tambien todos nuestros seres amados resucitarán algún día.

· Comenten acerca de discapacidades mentales o físicas que conozcan o que hayan observado. Ayude a los niños a entender que cuando resucitemos, nuestros cuerpos serán perfectos (véase Alma 40:23). Nadie tendrá ninguna discapacidad; comente con ellos lo maravilloso que será.

· Cante o repita con los niños la letra de “Resucitó Jesús” (Canciones para los niños, pág. 44).
El Señor vive,¡qué dicha es!Vive Jesús;vive otra vez.En esta Pascuacantamos loor:¡Resucitó nuestro Señor;resucitó nuestro Señor!

· Dirija a los alumnos para que se pongan de pie y hagan los movimientos que se indican.
Tres días después de Su muerte (levantar tres dedos de la mano)Jesús vivió otra vez; tenía marcas de los clavos en las manos y en los pies (señalarse las palmas de las manos y los pies),y una herida en el costado (señalarse un costado del cuerpo) que todos vieron también.Vino a enseñar que debemos (levantar el dedo índice, como para indicar algo)el Evangelio obedecer (cruzarse de brazos).Y porque Él resucitó vamos a resucitar también (hacer movimiento de asentir con la cabeza).

· Analice brevemente algunas de las costumbres de la Pascua que les resulten familiares a los niños. Haga recalcar el hecho de que no obstante lo divertidas que sean algunas de esas costumbres, debemos tener siempre presente que la Pascua es para recordar el sacrificio y la muerte y resurrección de Jesús.

· Lleve a la clase un guante y muéstrelo a los alumnos. Compare nuestro cuerpo físico con un guante dentro del cual se mete una mano, que representa al espíritu; muéstreles cómo la mano (el espíritu) hace mover el guante (el cuerpo); saque la mano de dentro del guante y dígales que así es la muerte del cuerpo, que cuando el cuerpo muere, el espíritu sale de él y se separan, y el cuerpo ya no se puede mover. Vuelva a poner la mano dentro del guante, y explíqueles que así es como resucitamos: el espíritu vuelve a entrar en el cuerpo y el cuerpo vuelve a vivir, pero entonces es inmortal, o sea, que no volverá a morir nunca. Haga hincapié en que todos resucitaremos gracias a que Jesucristo resucitó. 

· Haga copias, una para cada alumno, de la hoja titulada “Jesús es nuestro amigo”, que se halla al final de la lección 6, y entréguelas a los niños para que las coloreen.

· Lleve a la clase una bolsita de granos u otro objeto blando. Juegue con los niños tirándoles la bolsita en la falda al mismo tiempo que les hace una de las preguntas que se hallan a continuación, u otras similares; ellos deben contestar la pregunta al tiempo que le devuelvan la bolsita. Continúe, hasta que todos hayan participado por lo menos una vez.
• ¿Por qué celebramos la Pascua?
• ¿Quién fue la primera persona que resucitó?
• ¿Qué quiere decir resucitar?
• ¿Dónde pusieron el cuerpo de Jesús después que Él murió?
• Después que Jesús resucitó, ¿hubo muchas personas que lo vieron?
• ¿Por qué hizo Jesús que lo tocaran después de resucitar?
• Por haber resucitado Jesús, ¿quiénes van a resucitar?

· Dirija a los niños para que canten o repitan la letra de la canción “¿Vivió Jesús una vez más?” (Canciones para los niños, pág. 45) o “Resucitó Jesús” (Canciones para los niños, pág. 44).

· Después de repetir a los niñitos que Jesús fue puesto en una tumba cavada en la roca y cerrada con una piedra pesada, diríjalos para que hagan los movimientos que se indican, mientras usted les dice las palabras del siguiente verso:
¡Jesús resucitó!
Aquí pusieron a Jesús (señalar un lugar imaginario),pero la piedra alguien quitó (imitar el movimiento de hacer rodar una piedra pesada).Inclínense y miren adentro (inclinarse y ponerse la mano como visera sobre los ojos simulando que miran).Él no está ahí. ¡Desapareció! (ponerse de pie otra vez).¡Es que Jesús ya resucitó! (hacer movimiento de aplaudir sin hacer ruido).(Dana Eynon, en Bible Story Finger Plays and Action Rhymes. Cincinnati, Ohio: Standard Publishing Co., 1964, pág. 29).

· Dígales que Jesús murió y resucitó en primavera. Explíqueles que la primavera es una época en la que hay vida nueva. Los árboles y las flores que se secaron en el invierno brotan de nuevo y hay muchos animalitos que nacen en esa estación del año. Deje que dibujen flores o animalitos. Muéstreles la lámina 1–3, de Jesucristo, y dígales que porque Jesús murió y resucitó (volvió a vivir), nosotros también volveremos a vivir después de morir.

· Cante o repita la letra de la canción “Fiel amigo es Jesús” (Canciones para los niños, pág. 37). Hágales recordar otra vez que celebramos la Pascua para acordarnos de Jesús y Su resurrección.

· Coloque en una caja tiras de papel con una de las siguientes palabras o frases en cada una: "sábana, especias aromáticas, jardín, soldados, piedra" y haga que los niños, por turno, escojan una. Pídales que describan lo que cada una de ellas contiene y que expliquen de qué manera esa palabra o frase se relaciona con la sepultura de Jesús. Emplee un número suficiente de palabras o frases para que cada uno de los niños tenga la oportunidad de participar en la actividad.
Pídales que se imaginen que es temprano por la mañana del domingo siguiente a la crucifixión y sepultura de Jesús, y que supongan que se encuentran en compañía de los discípulos que lamentan la muerte del Señor. Todos habían tenido la esperanza de que Jesús los libertaría del yugo romano y que con gran poder y gloria establecería su reino sobre la tierra. Pero ahora Él estaba muerto. Explique a los niños que analizarán lo que sucedió ese domingo por la mañana en Jerusalén.

· Provea a cada niño una de las siguientes pistas y haga que la lea ante la clase. Pida a los miembros de la clase que adivinen su significado. Si no conocen la respuesta, indique al niño que está haciendo la pregunta que les dé la referencia correspondiente a fin de que busquen la respuesta en las Escrituras.
  • Soy la primera persona a quien se apareció Jesús después de Su resurrección. ¿Quién soy? (María Magdalena. Juan 20:1, 16.) 
  • Jesús apareció ante nosotros y tocamos Sus pies. ¿Quiénes somos? (Las otras mujeres. Mateo 28:5, 9.)
  • Fui el primer Apóstol que entró en el sepulcro. ¿Quién soy? (Pedro. Juan 20:6.)
  • Soy el Apóstol que corrió con Pedro hacia el sepulcro. Cuando vi que estaba vacío, tuve la certeza de que Jesús había resucitado. ¿Quién soy? (Juan. Juan 20:8.)
  • Mi amigo y yo caminamos con Jesús hasta Emaús y sin embargo no lo reconocimos. ¿Quién soy? (Cleofas. Lucas 24:18.)
  • Jesús se nos apareció mientras nos encontrábamos reunidos en un lugar a puertas cerradas. ¿Quiénes somos? (Discípulos. Juan 20:19.)
  • Yo no estaba con los otros Apóstoles cuando Jesús se apareció entre ellos. Yo no creí que Jesús había resucitado de los muertos hasta el momento en que pude verlo con mis propios ojos y palpar las marcas de los clavos en Sus manos y en Sus pies. ¿Quién soy? (Tomás. Juan 20:24.)
  • Nosotros nos hallábamos presentes cuando los ángeles removieron la piedra de la entrada del sepulcro. Los principales sacerdotes nos habían sobornado para que mintiéramos acerca de lo que habíamos visto. ¿Quiénes somos? (Los soldados romanos. Mateo 28:12.)

· Escriba en la pizarra una lista de palabras que describan cómo deben haberse sentido los discípulos el día en que murió Jesús, tales como aflicción, pesar, tristeza y desaliento. Pida a los niños que mencionen algunas palabras que significan lo contrario, tales como felicidad, gozo, esperanza y fe, y escríbalas en otra columna. Explíqueles entonces que todo eso fue quizás lo que sintieron los discípulos al enterarse de que Jesús había resucitado. Analice con ellos lo que significa para nosotros la esperanza de que seremos resucitados.

· Con la previa autorización de la presidencia de la Primaria y con el espíritu que provee la oración, escoja a una persona miembro de la Iglesia que tenga un ser amado que haya fallecido e invítelo a que hable con los niños y les diga lo que la Resurrección significa para él (ella).



· Diga a los miembros de la clase que Jesucristo ama a los niños y que Él debe estar muy complacido y feliz de saber que ellos están en la Primaria en esta mañana de la Pascua de Resurrección.
Exponga la lámina 3–15, Jesucristo resucitado, pegándola en la pared, en la pizarra o en otro lugar.
Luego explique que usted ha escrito cada uno de los nombres de los niños en una hojita de papel, y que desea que pasen al frente, uno a la vez, y que peguen sus nombres respectivos cerca de la lámina de Jesús. Conforme los niños pasen al frente, dígales a cada uno: “Jesucristo ama a (nombre del niño)”.

· Haga una copia del volante “El círculo de amor de Jesucristo” para cada niño. 

Déle uno a cada niño, junto con un lápiz y lápices de cera, y pídales que escriban sus nombres respectivos en la esquina superior derecha de la hoja. Ayúdelos a hacerlo si fuera necesario. Lea con los niños lo que dice alrededor del círculo. En seguida, pídales que se dibujen a sí mismos en el centro del círculo. Escriba en la pizarra “Jesucristo me ama”, y diga a los niños que lo copien en la parte inferior del volante. Aquí yace Jesús (señalar hacia adelante). ¡La piedra ya no está! (señalar otra vez) Ven, inclínate y verás (agacharse y mirar). ¡Él ya se levantó! (erguirse) Jesús resucitó (aplaudir una vez muy quedo).

Para Colorear







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