Este
es un relato del nacimiento de Jesús, de una forma muy simple y
fácil para que hasta los niños mas pequeños o niños
investigadores o que llevan poco tiempo en la primaria puedan
entender.
Personajes:
Estrella,
relator, hormiguitas, vaquitas de San Antonio, pajaritos, conejitos,
estrellas, ángeles, pastores, aldeanas.
Guión (obviamente
puede ser adaptado y enriquecido con la creatividad de quienes lo
preparen).
Estrella: (Entra
corriendo) Buenas tardes, qué suerte que llegué. Me invitaron a
este encuentro para que les contara una hermosa historia que ocurrió
hace muchos, muchos años. Como vengo de un país muy lejano, tuve
que viajar mucho. Estoy con ustedes, para recordarles algo que pasó
hace mucho, mucho tiempo, pero, como lo que les vengo a contar es
cosa de Dios, también puede ocurrir hoy en cada uno de nuestros
corazones.
(A
lo largo del desarrollo del relato, la estrella irá buscando a los
diferentes personajes que van a participar. En el momento que la
estrella va hacia ellos y los conduce al pesebre, se escucha una
música de fondo preparada previamente, que pueden ser villancicos o
música de navidad del manual Canciones para los
niños)
Relator: Cierta
vez, Dios quiso hacer algo maravilloso. Quiso enviar a su hijo
Jesucristo en medio de los hombres para estar bien cerca nuestro.
Para hacer eso, tuvo una idea genial: le pidió a una chica llamada
María, que estaba comprometida con un muchacho llamado José, que
fuera la mamá de Jesús. Por eso, en un pueblito llamado Belén, en
un pesebre, en medio de la noche, se escuchó el llanto de un niño:
era Jesús que había nacido.
(Aparecen
María, José y Jesús con música de fondo y se ubican en el
pesebre)
Relator: ¡Qué
fiesta se armó en medio de la noche!
Los
primeros en enterarse de que había nacido Jesús, fueron los que
estaban más cerca de él, los animalitos que vivían en el pesebre.
Sí, porque Jesús nació para todos, para hacer un mundo mejor y
para que todas las criaturas, desde las más grandes a las más
chiquitas, se alegraran por ello. ¿No me creen? Miren como los
animales se ponen felices de esta noticia.
(La
Estrella busca y guía a los animalitos, que pueden ser nombrados o
no, esto depende del la cantidad de niños que esten participando,
hasta el pesebre y los ubica).
Relator: Otros
animalitos también escucharon el llanto del niño recién nacido y
fueron corriendo para ver qué estaba ocurriendo. ¡Qué alegría
cuando llegaron! Encontraron a un pequeño bebé en brazos de su
madre. Ellos no entendían bien qué estaba pasando, pero pudieron
reconocer que algo importante había ocurrido y que querían ser
protagonistas de este acontecimiento. Una vaquita, un burro y varios
conejitos y pajaritos también querían festejar y manifestar su
alegría.
(La
estrella lleva a los animales nombrados).
Pero,
en el cielo, también se había armado un gran alboroto, una gran
fiesta cuando se enteraron de que había nacido el niño Dios. Los
ángeles bailaban, cantaban, reían y, como los ángeles son los
mensajeros de Dios, fueron por todo el mundo anunciando la gran
noticia. Cantaban por los pueblos y ciudades: ¡Estén alegres! ¡Hoy
les ha nacido el salvador!
(La
estrella da una vuelta con los angelitos hasta que los conduce al
pesebre).
El
canto de los ángeles llegó hasta unos pastores que estaban cerca
cuidando sus ovejas. Ellos estaban despiertos mientras otros dormían
y por eso, pudieron escuchar el canto de los ángeles y encontraron
al pequeño niño recostado en un pesebre y envuelto en pañales.
Algunos fueron con sus bastones y otros alegraron el lugar con sus
flautas. María, la mamá de Jesús, contemplaba tanto amor y tanta
alegría y guardaba todo eso en su corazón.
(La
estrella lleva a los pastores al pesebre).
Ya
está, pensó la estrella, ahora puedo descansar y brillar fuerte
sobre el pesebre para que el mundo entero vea la luz que nos trae
Jesús. Pero, Dios tenía otro plan. Una luz sola alumbra poco, por
eso, envió a muchas otras estrellas para que el mundo vea cuál es
el camino hacia Jesús.
(Las
otras estrellas van hasta el pesebre, bailan con la Estrella y
se ubican rodeando a los demás niños).
Cada
uno de nosotros está llamado a ser luz para que el mundo crea que es
posible vivir en el amor.
Ojalá
que podamos descubrir la luz que Dios ha puesto en nuestro corazón
para hacerla brillar con todas sus fuerzas y alumbrar al mundo.
*cantamos
un villancico con los niños.
Fuente:
María Inés Casalá, publicado en Diálogo
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